Tuesday, July 10, 2007

Violencia de Encapuchados en Recintos Universitarios
UNA EXPRESIÓN DE DESCONTENTO SOCIAL

La presencia de encapuchados en campus universitarios fue en algún momento de la historia de nuestro país, pan de cada día. Eran los años ochenta y algunos partidos y movimientos opositores a la dictadura de Pinochet, señalaban que “toda forma de lucha es válida”.

Los tiempos han cambiado, pero pareciera que en algunas fechas del calendario académico estuviera establecido el ritual de las movilizaciones callejeras; fuerzas especiales de carabineros, encapuchados, bombas molotov y lacrimógenas, crean un escenario que nos remonta a los momentos más álgidos de los años 80.

Para algunos, los encapuchados son la expresión del descontento de un sector de la sociedad más politizado, para otros sólo vándalos, que buscan cualquier pretexto para hacer destrozos y desmanes. A continuación, la visión que tienen estudiantes, académicos y trabajadores de recintos universitarios, sobre los llamados encapuchados de las universidades.






El repudio de sectores de estudiantes contra esta forma de protestar, a veces llega a la confrontación, como ocurrió en la sede de Macúl de la UTEM cuando un grupo de encapuchados que protestaba por la reelección del rector de esa casa de estudios, se enfrentaron a 200 estudiantes. En el incidente un estudiante fue atacado con amoniaco por uno de los encapuchados.

El sociólogo Claudio Duarte, especializado en temas juveniles, señaló en el diario electrónico de la Radio Universidad de Chile, que “Hay jóvenes que creen que su práctica política pasa por una manifestación violenta. Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con eso, pero tenemos que empezar a incorporar que existe ese tipo de manifestación dentro de los sectores políticos que hay en Chile, especialmente en los jóvenes.



Pero la presencia de encapuchados en recintos universitarios no siempre está asociada a protestas por demandas estudiantiles, ni tampoco se señala, como estudiantes a quienes originan este tipo de protestas. Así lo afirma, en el siguiente archivo de audio María Arriagada, jefa de administración de la Universidad de Santiago.








En relación a estos supuestos infiltrados Gabriel Salazar, historiador y académico de las universidades Arcis y de Chile, señala que detrás de estos infiltrados hay razones de fondo. Por una parte, “se ha dicho que hay infiltrados que vienen de la policía, de manera de desacreditar el movimiento”, afirma que es lo más probable y explica, que por otra parte, existen infiltrados sociales.

Lucha, lucha, lucha… usa la capucha!!!

Esta consigna escuchada en muchas de las manifestaciones contra el gobierno de Pinochet, es como el grito de guerra de quienes legitiman el cubrirse el rostro en confrontaciones callejeras.

En el siguiente archivo de audio un estudiante universitario legitima la participación de encapuchados en protestas reivindicativas por demandas universitarias y de otros sectores de la sociedad chilena.









En internet también hay sitios que revindica la acción de los encapuchados, como es el caso del sitio hommodolars.cl en el que se difunde la protesta por la conmemoración de la Matanza de Corpus Christi- llamada también por los organismos de seguridad del régimen militar como Operación Albania- donde fueron asesinados de 12 militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, por agentes de la Central Nacional de Informaciones CNI, en el año 1987.

El periodista y poeta Ernesto Guajardo, en la revista de ciencia y debate Repiensa.net afirma que podría señalar las repetidísimas frases que preguntan si acaso un orden económico como el actual no es, también, violento; así como la censura cinematográfica, o tantas otras violencias que se podrían inventariar en la actualidad de esta geografía.

En ese sentido, el sociólogo Claudio Duarte, señala que ésta es una discusión pendiente al interior de los sectores progresistas ya que, hasta fines de la dictadura militar este no era un tema de discusión, es más, había un grado de aceptación en el contexto dictatorial. Hoy cuando esto aparece en lo que se denomina democracia, todos rajan vestiduras.

“Pareciera que esto se resuelve sancionándolos como válidos o inválidos para la lucha social y no en un análisis más comprensivo de la situación que ahí está ocurriendo qué hay detrás de eso, por qué está sucediendo”. Señala Duarte.

Sin duda, un tema que nos hace reflexionar sobre el por qué de ésta expresión de violencia, la que debe ser mirada no sólo desde los ojos que están detrás de una capucha, sino de la sociedad en su conjunto.